Han pasado nueve años de Rafael
Correa y el Movimiento Alianza PAIS en el poder, y Ecuador, al igual que
Venezuela y Bolivia, se ha convertido en uno de los países donde el discurso
del “progresismo” latinoamericano y la reiterativa apelación a la construcción
de una “nueva política” con base en el denominado “Socialismo del Siglo XXI”.
El 24 de mayo del 2014, en el informe
anual de labores, el presidente Correa solicitó a la Asamblea Nacional, cuya
mayoría es afín al oficialismo, establecer como una de las prioridades el
debate de la reelección indefinida de todas las autoridades de elección popular,
esto básicamente porque permitía que su postulación se haga efectiva en los
comicios de 2017.
Tras la demanda del Ejecutivo, la
Presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, apenas un mes después,
solicitó a la Corte Constitucional se apruebe el Proyecto de Enmienda
Constitucional, ya que previamente se habían acogido al inciso dos del artículo
441 de la Constitución, donde se señala dar el visto bueno a este mecanismo
tras la aprobación y por iniciativa de un número no inferior a la tercera parte
de los miembros de la Asamblea Nacional.
Los sectores contrarios a esta
decisión de la Asamblea oficialista rechazaban este argumento al considerarlo
anticonstitucional. Al respecto, Rivadeneira aseguraba que las 16 reformas a la
Carta Magna “no alteraban la estructura fundamental, o el carácter y elementos
constitutivos del Estado…”, y que la vía Referéndum, argumento de la mayoría de
sectores opositores, no eran necesarios en este tipo de casos.
La presión por parte de la
oposición fue intensa durante todo el 2015. El pedido fundamental era que se
archiven estas reformas solicitadas por el sector oficialista, bajo el
argumento de considerarlo inconstitucional, apelaban básicamente a que se
realice esta consulta a los ciudadanos por la vía del “referéndum”, como una
alternativa mucho más democrática.
Pero más allá de los “dimes y
diretes” entre oficialistas y opositores, el punto medular de este complejo
debate era la posibilidad de participación de Rafael Correa como candidato en
las elecciones del 2017. Un tema que a la oposición parece ser que le
preocupaba mucho más que las otras reformas a la Constitución que también
afectaban directamente en el ejercicio del poder, no solo para Correa sino para
cualquier otro partido político que llegue al poder en el 2017.
Una serie de debates se
suscitaron alrededor de este tema de la reelección indefinida. Ni la presión
del Movimiento Alianza PAIS pudo con la decisión que tomó Correa. Sin embargo,
una de las mejores salidas que tomó el bloque oficialista fue proponer un
paquete de medidas transitorias que fueron incluidas en el segundo y definitivo
debate. Esa disposición transitoria fue acogida y supone que la enmienda referente
a la postulación para la reelección, entrará en vigor desde el 24 de mayo de
2017; es decir, después de los comicios y cuando el nuevo gobernante tome
juramento del cargo.
Cabe destacar que entre las otras
reformas más importantes están: Política laboral (Arts. 229, 326 y Disposición
Transitoria) Los nuevos obreros estarán bajo la Ley Orgánica de Servicio
Público. Comunicación (Art. 384), la comunicación como un servicio público se
prestará a través de medios públicos, privados y comunitarios. Edad de candidatos
(Art. 142), el Presidente de la República debe haber cumplido 30 años de edad a
la fecha de inscripción de su candidatura, entre otros requisitos. Misión de
las FF.AA. (Art. 158), las FF.AA. tienen como misión la defensa de la soberanía
e integridad nacional y, complementariamente, apoyar en la seguridad integral
del Estado.
La Revolución Ciudadana ¿goza de buena salud?
En este punto, quizá las
enmiendas son solo un complemento a toda la coyuntura política del movimiento
que se viene. La tarea más prioritaria que tiene Alianza PAIS es buscar un
candidato, más que un candidato, un reemplazo adecuado que cuente con las
características, no solo políticas sino carismáticas que hizo de Correa el
líder.
Por lo pronto, uno de los
anuncios de MPAIS es que elegirá a su candidato presidencial en una convención
nacional, nombres hay muchos, entre ellos suena con fuerza el ex vicepresidente
Lenin Moreno, quien ahora se encuentra en calidad de enviado especial del
Secretario General de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad en
Ginebra.
De otro lado y con una
orientación mucho más marcada a los sectores económicos de la región Costa, la
presencia de Jorge Glass, el actual vicepresidente sería la otra opción; sin
embargo, tal como sucedió tras su designación como el reemplazo de Moreno en el
2013, las desvinculaciones y desacuerdos al interior de MPAIS puede ser una
limitante. En esa época, muchos militantes renunciaron frente a ese anuncio.
Gabriela Rivadeneira, la actual
presidenta de la Asamblea Nacional es una posibilidad mucho más remota, de
hecho será la mejor opción que pondrá sobre la mesa una cierta facción de la
región Sierra en la Asamblea General, quizá se justifica su presencia en esa
designación interna una de las enmiendas constitucionales que hace referencia a
la reducción de la edad para ser candidato/a a la Presidencia de la República.
Rivadeneira apenas cumplirá 33 años de edad en el 2017. El Art. 142, establece
el candidato debe haber cumplido 30 años de edad a la fecha de inscripción de su
candidatura, entre otros requisitos.
Podrían incluirse otros nombres
en la Asamblea, entre ellos suenan el actual Ministro del Interior, José
Serrano Salgado; la segunda vicepresidenta de la Asamblea, Marcela Aguinaga; incluso
algún momento se rumoraba la presencia de Ricardo Patiño, Ministro de Defensa.
Queda por esperar la lista definitiva de posibles candidatos que tendrán la
responsabilidad de reemplazar a Rafael Correa.
El movimiento viene realizando
las denominadas “conferencias ideológicas”, que desde enero del 2016 han
entrado en marcha en todas las provincias del país. El objetivo es que la militancia
defina las características del candidato. Además, este trabajo permitirá presentar
un “programa de gobierno” para que cualquiera que sea el candidato tenga un
argumento sólido sobre qué apoyarse y defender, así lo señala el portal web del
movimiento.
Es muy claro que el trabajo de
construcción de cuadros y liderazgos no puede darse en el mediano o corto
plazo, y lamentablemente, la cultura política ecuatoriana carece de esa
costumbre. Durante los nueve años de gobierno no se ha logrado fortalecer ese
aspecto, más bien han sido muy visibles las crisis internas y las facciones que
pugnan por el control del poder político desde lo local.
Las afirmaciones electorales del
MPAIS y del Presidente Correa al mando del Ejecutivo tienen sustento en la
percepción de la ciudadanía, no obstante se debe observar que relación guardan
los resultados electorales y la aceptación del Gobierno del Movimiento y la
confianza en el Ejecutivo encabezado por Correa.
Los niveles de evaluación del
gobierno del MPAIS, han manifestado niveles aceptables a lo largo de su
mandato. Los niveles de evaluación se concentran en mayor porcentaje en buenos
y ni buenos ni malos. Cabe destacar que el porcentaje de ciudadanos que percibe
como bueno la gestión del gobierno ha venido a la baja en estos últimos dos
años, al igual que el porcentaje que percibe la gestión entre ni buena ni mala
y mala que ha venido a la alza. Estos cambios guardan cierta relación con los
resultados observados en el apartado anterior.
Gráfico: Evaluación del Gobierno (2004-2014) (%)
Fuente: elaboración propia con datos de LAPOP (2004-2014)[1]
*Hablando en general del actual
gobierno, diría UD. que el trabajo que está realizando es: muy bueno, bueno, ni
bueno ni malo, malo, muy malo.
AÑO
|
2006
|
2008
|
2010
|
2012
|
2014
|
N
|
2.871
|
2.964
|
2.979
|
1.492
|
1.454
|
En donde se observa que cuando la
gestión del gobierno del MPAIS fue percibido con niveles altos en la evaluación
hecha por los ciudadanos, mayor fue su porcentaje de votación (2009), no es así
en éstas últimas elecciones (2013), que viene arrastrando una no muy halagüeña
evaluación, en relación a los años anteriores.
Gráfico: Confianza en el Presidente (2004-2014) (%)
Fuente: elaboración propia con datos de LAPOP
(2004-2014)
*¿Cuanta
confianza tiene en el Presidente de la República (1 nada-7 mucho)?
AÑO
|
2006
|
2008
|
2010
|
2012
|
2014
|
N
|
2.871
|
2.965
|
2.973
|
1.488
|
1.489
|
Ahora
bien, si se relaciona la evaluación del desempeño del gobierno con la confianza
que la sociedad manifiesta hacia el Presidente de la República durante la
década de gobierno del MPAIS, se observan ciertas similitudes. Como se muestra
en el gráfico de confianza en el Presidente, los ciudadanos que confían mucho
en él ha ido en aumento desde su llegada al Ejecutivo y posterior a las
elecciones de 2009.
No
obstante, los niveles intermedios de confianza (4-6) han mantenido cierta
regularidad. Los datos anteriores muestran que aunque la evaluación del
desempeño de gobierno se mantenga estables, el Presidente Correa ha sabido
elevar su nivel de confianza en la ciudadanía.
La
información que arrojan estos datos es que la política de Ecuador se concentra
en la “imagen” del Presidente, por lo que la estabilidad política depende del
margen de maniobra y la aceptación de Correo como líder político ante la
sociedad ecuatoriana. En este sentido, los resultados electorales van en
función de dicha imagen encarnada por el Presidente, su liderazgo y carisma.
Y la oposición, ¿cuál su mejor candidato?
Uno de los principales candidatos
que ha señalado su participación es Guillermo Lasso, por el movimiento CREO.
Lasso ha sido etiquetado como el banquero causante de la crisis económica en la
década de los 90. Asimismo, fue el segundo mejor ubicado en las elecciones del
2013, obtuvo más de un 23% de votos después de Correa. Este candidato ha venido
realizando una campaña permanente durante muchos años, incluso encabezó las
demandas de anticonstitucionalidad a las enmiendas solicitadas por el
movimiento oficialista.
Otro frente es el que Jaime Durán
Barba, ex secretario de la Administración Pública en el gobierno de Jamil
Mahuad y además asesor de Mauricio Macri, actual presidente de la República
Argentina, ha anunciado una posibilidad de consolidar un proyecto político de
oposición al Movimiento Alianza PAIS en el que se incluirían Jaime Nebot
(Alcalde de Guayaquil), Mauricio Rodas (Alcalde de Quito) y Paúl Carrasco
(Prefecto del Azuay).
Faltaría por definir la presencia
de Lucio Gutiérrez, ex presidente por Sociedad Patriótica. Álvaro Noboa, el
empresario y líder del PRIAN quien no ha dejado de participar en las últimas
presidenciales desde 1998. La posibilidad de una “alianza de la izquierda” en
la que podrían incluirse Pachakutik, y el Movimiento Popular Democrático.
El contexto internacional ¿también influye?
Latinoamérica atraviesa por una
crisis política latente, los gobiernos autodenominados como “progresistas”
están perdiendo su encanto, aunque en la práctica siguen siendo elegidos
popularmente y cuentan con el apoyo ciudadano. No se explica cómo está presente
el discurso de un posible desgaste político, de un cambio de ciclos, de un fin
de las izquierdas y retorno de la derecha, de una crisis ideológica y hasta crisis
económica producto de la caída de precios de exportación del petróleo o de
recursos naturales.
En el orden de lo político, el
tema de la reelección ya fue utilizado en el 2009 por Hugo Chávez, ex
presidente de Venezuela, cuando solicitó vía referéndum y obtuvo un resultado
favorable con un 54,86% de los votos. No así el caso de Evo Morales, quien no
logró un resultado favorable en el pasado Referéndum del 21F, donde consultó a
los ciudadanos la posibilidad de reelección para el 2018.
Los enemigos latinoamericanos son
comunes, o por lo menos para estos países de corte “progresista” son claramente
similares. A la prensa mercantilista se suma un ataque, aunque no visible desde
los EEUU. Sin duda esos actores “antagónicos” de estos gobiernos es la prensa,
al considerarlos como instituciones financiadas con recursos de las grandes
potencias mundiales que quieren someter a la región.
Los partidos de derecha y de
oposición son la otra vía de escape que, a criterio de los mandatarios del
socialismo del siglo XXI, canalizan una posición deslegitimadora de las
acciones gubernamentales con denuncias de casos de corrupción, tal es el caso
de un supuesto tráfico de influencias por parte de las autoridades en Bolivia.
En este marco, Ecuador podrá
contar con otros nombres como candidatos a la Presidencia en el 2017, pero el
panorama electoral se avizora como un escenario altamente conflictivo e
indiscutiblemente polarizado. Las características del nuevo líder vengan
cargado de una propuesta similar o distinta a la actual, pero que más allá de
la propuesta, logre encantar a los ciudadanos.
[1] The Americas
Barometer by the Latin American Public Opinion Project (LAPOP), www.LapopSurveys.org. "We thank the Latin American Public Opinion
Project (LAPOP) and its major supporters (the United States Agency for
International Development, the Inter-American Development Bank, and Vanderbilt
University) for making the data available.