POLÍTICA. Un año en el que las elecciones fueron el tema central de la opinión pública, inclusive se generaron debates en torno a tan importante proceso democrático en el país.
El preámbulo…
Como ninguna otra ocasión este año que se acaba tuvo una particularidad diferente a las elecciones de los años anteriores. Por primera vez, en la historia democrática del país, se inscribieron trece binomios para terciar por la presidencia de la República.
La novedad más notoria es que algunos movimientos y un partido político fueron rechazados por el TSE, ante la falta de firmas de respaldo; sin embargo, éstos presentaron la debida apelación ante el Tribunal Constitucional (TC).
Los nombres de los candidatos que estuvieron enfrascados en estos problemas fueron: Marcelo Larrea del Movimiento Alianza Tercera República (Alba), lista 44; Marcelo Aguinaga, del Movimiento Acción Humanista, lista 38; y, Pedro Roura del Movimiento Revolución Pacífica.
A ellos se suman la negativa que recibió el Partido Sociedad Patriótica (PSP), lista 3, de participar en las elecciones, las razones fundamentalmente se centraron en el juicio que recibió su hermano Lucio Gutiérrez, por aportaciones ilícitas durante la campaña que lo llevó a la presidencia.
Es así que los votos del PSC, ID, MPD y UDC en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se mantuvieron para no permitir que el binomio: Lucio Gutiérrez-Fausto Cobo se mantenga alejado de la contienda; sin embargo, ante este percance, Gílmar Gutiérrez, el hermano menor del ex presidente, tuvo el valor para participar junto a Leonardo Escobar, ex dirigente deportivo.
De estos movimientos, solamente fueron aceptados Lenin Torres, Marcelo Larrea y Carlos Sagñay; por lo que el tablero político estuvo conformado de trece candidatos.
Entre otras novedades, como una jugada estratégica se consideró la posición de Álvaro Noboa, quien en un principio anunció que no iba a participar en las elecciones, pero poco después intento formar una alianza con Sociedad Patriótica; sin embargo, de un momento a otro, Noboa decidió su participación y hasta llegó a la segunda vuelta.
En un principio, las encuestas señalaban algunos nombres, de los trece inscritos, para ocupar el puesto de finalistas. Se hablaba de León Roldós, de Cinthya Viteri y hasta del mismo Noboa; pero la realidad fue distinta, en parte, el resultado podría asemejarse a lo ocurrido en las elecciones anteriores, cuando un personaje que no tenía participación política fue elegido Presidente de la República (Lucio Gutiérrez).
La campaña para la segunda vuelta…
La campaña política de la segunda vuelta se vio marcada por la falta de propuestas coherentes; es así que cada uno de los finalistas se dedicó a atacar a su rival.
Noboa fue considerado como el mejor director de campaña de Correa, ya que durante sus mítines políticos, sus discursos estaban marcados de retaliación política contra el candidato de Alianza PAIS.
Correa por su parte fue el encargado de promocionar un cambio radical desde las bases políticas y despolitizar totalmente las instituciones del Estado. Además hizo un llamado a la ciudadanía a respaldar esos cambios, a través de una Asamblea Constituyente, la misma que se cumpliría tras la convocatoria a una Consulta Popular.
El preámbulo…
Como ninguna otra ocasión este año que se acaba tuvo una particularidad diferente a las elecciones de los años anteriores. Por primera vez, en la historia democrática del país, se inscribieron trece binomios para terciar por la presidencia de la República.
La novedad más notoria es que algunos movimientos y un partido político fueron rechazados por el TSE, ante la falta de firmas de respaldo; sin embargo, éstos presentaron la debida apelación ante el Tribunal Constitucional (TC).
Los nombres de los candidatos que estuvieron enfrascados en estos problemas fueron: Marcelo Larrea del Movimiento Alianza Tercera República (Alba), lista 44; Marcelo Aguinaga, del Movimiento Acción Humanista, lista 38; y, Pedro Roura del Movimiento Revolución Pacífica.
A ellos se suman la negativa que recibió el Partido Sociedad Patriótica (PSP), lista 3, de participar en las elecciones, las razones fundamentalmente se centraron en el juicio que recibió su hermano Lucio Gutiérrez, por aportaciones ilícitas durante la campaña que lo llevó a la presidencia.
Es así que los votos del PSC, ID, MPD y UDC en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se mantuvieron para no permitir que el binomio: Lucio Gutiérrez-Fausto Cobo se mantenga alejado de la contienda; sin embargo, ante este percance, Gílmar Gutiérrez, el hermano menor del ex presidente, tuvo el valor para participar junto a Leonardo Escobar, ex dirigente deportivo.
De estos movimientos, solamente fueron aceptados Lenin Torres, Marcelo Larrea y Carlos Sagñay; por lo que el tablero político estuvo conformado de trece candidatos.
Entre otras novedades, como una jugada estratégica se consideró la posición de Álvaro Noboa, quien en un principio anunció que no iba a participar en las elecciones, pero poco después intento formar una alianza con Sociedad Patriótica; sin embargo, de un momento a otro, Noboa decidió su participación y hasta llegó a la segunda vuelta.
En un principio, las encuestas señalaban algunos nombres, de los trece inscritos, para ocupar el puesto de finalistas. Se hablaba de León Roldós, de Cinthya Viteri y hasta del mismo Noboa; pero la realidad fue distinta, en parte, el resultado podría asemejarse a lo ocurrido en las elecciones anteriores, cuando un personaje que no tenía participación política fue elegido Presidente de la República (Lucio Gutiérrez).
Antes de la primera vuelta…
Una vez concluida la
campaña electoral de la primera vuelta, muchos de los candidatos hablaban de un
triunfote “una sola vuelta”; pero esta hipótesis fue completamente errónea, ya
que si se hace un balance entre el número de candidatos y el número de votantes
(9’160.000 aproximadamente), no daban para que un binomio pueda ganar en la
primera contienda política.
Las encuestas no hablaban de Correa y Noboa
como finalistas, más bien, los más sonados para las empresas encuestadoras y
hasta para algunos medios de comunicación eran León Roldós, Cinthya Viteri y
hasta Fernando Rosero.
Al final de la primera vuelta (15 de octubre), la
sorpresa fue mayor, mucha gente se quedó admirada ante la votación de la
ciudadanía. El magnate, Álvaro Noboa, quien por tercera ocasión terciaba para la
Presidencia ganó las elecciones, delante de Rafael Correa, uno de los candidatos
que por primera ocasión participaba.
El resultado le daba dos a uno a
Noboa y la segunda vuelta sería de veras conflictiva, ya que ambos candidatos
tenían diferentes ideologías y manejaban distintos discursos, todo con el fin de
lograr la mayor cantidad de votos.
La campaña para la segunda vuelta…
La campaña política de la segunda vuelta se vio marcada por la falta de propuestas coherentes; es así que cada uno de los finalistas se dedicó a atacar a su rival.
Noboa fue considerado como el mejor director de campaña de Correa, ya que durante sus mítines políticos, sus discursos estaban marcados de retaliación política contra el candidato de Alianza PAIS.
Correa por su parte fue el encargado de promocionar un cambio radical desde las bases políticas y despolitizar totalmente las instituciones del Estado. Además hizo un llamado a la ciudadanía a respaldar esos cambios, a través de una Asamblea Constituyente, la misma que se cumpliría tras la convocatoria a una Consulta Popular.
