AUTOBIOGRAFÍA

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Quito, Pichincha, Ecuador
Asesor Comunicación Política. Comunicador Social y periodista. Consultor independiente en Relaciones Públicas, Marketing y Comunicación Política. Analista y asesor político en entidades gubernamentales. Docente e investigador universitario. Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Máster en Ciencia Política por FLACSO Ecuador. Doctor (c) Universidad de Salamanca, área de Ciencia Política y de la Administración. Líneas de investigación: Política y medios de comunicación. Análisis de redes sociales, comunicación política, Políticas Públicas de Comunicación. Cultura política. Identidades y discurso.

16 enero 2014

Entre el cambio radical y más de lo mismo: 7 años de la Revolución Ciudadana

La década de los 90 fue una etapa de crisis política, social y económica que marcó sobremanera a los ecuatorianos. La falta de credibilidad en las instituciones políticas y en sus representantes plantearon la posibilidad de iniciar un momento de cambio real. El aparecimiento de Rafael Correa, actual Mandatario, resignificó no sólo la forma de hacer política, sino también de entenderla.

El proyecto de su movimiento PAIS dio la pauta de lo que alguna vez con la apertura del sistema electoral ecuatoriano soñaron movimientos independientes generados desde la sociedad civil y de grupos nunca antes escuchados y peor permitidos a la participación.

Han pasado 7 años de Gobierno, y sin duda han sido días de cambio que se caracterizan por una fuerte e inminente campaña de fortalecimiento de la infraestructura social: carreteras, hospitales, obra civil en cantidad. Sin embargo y más allá de esa capacidad que tiene Correa para canalizar lo discursivo con lo práctico, quedan algunas deudas pendientes en el aspecto político y en ese proceso que tanto se habla durante los últimos días, el relevo para los próximos años.

En términos estructurales, la concentración de los poderes en el Ejecutivo es clara, la mayoría de sus ex ministros han pasado a liderar espacios en lo Judicial y Legislativo, este último con una mayoría aplastante que no ha tenido problema para aprobar Leyes conflictivas que no tuvieron cabida en el periodo anterior.

Este último año ha servido para consolidar un discurso duro desde el Ejecutivo, aquel que tiene la capacidad de posicionar temas en la opinión pública, sólo en el área de comunicación, la mayor de las ventajas de este Gobierno es el control de los medios de comunicación, que pasaron de ser medios privados a medios públicos. A lo que se suma la creación del Consejo de Regulación de la Comunicación y la Superintendencia de la Comunicación, entidades cuyos miembros fueron elegidos con vicerazo de nuestro a Presidente.

La gran plataforma mediática sirve para concentrar, consolidar y mantener un discurso en la opinión pública en torno a las bondades y beneficios del Gobierno, la crítica y la autocrítica son nulas, el servilismo mediático es claro. Me preguntaba, qué pasó con esos colegas que trabajaban en los medios privados y criticaban, pasaron al lado delo público y perdieron la memoria, falta de ética profesional sin duda.

Es necesario que se mantenga la coherencia política que se logró consolidar durante los primeros años de Revolución Ciudadana, el respeto por la discrepancia, por las ideas sacadas del bolsillo de una oposición que no tiene peso ni recursos para competir. Los años que vienen serán el espacio para mirar sí el objetivo de estos últimos años se consolida.