AUTOBIOGRAFÍA

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Quito, Pichincha, Ecuador
Asesor Comunicación Política. Comunicador Social y periodista. Consultor independiente en Relaciones Públicas, Marketing y Comunicación Política. Analista y asesor político en entidades gubernamentales. Docente e investigador universitario. Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Máster en Ciencia Política por FLACSO Ecuador. Doctor (c) Universidad de Salamanca, área de Ciencia Política y de la Administración. Líneas de investigación: Política y medios de comunicación. Análisis de redes sociales, comunicación política, Políticas Públicas de Comunicación. Cultura política. Identidades y discurso.

16 julio 2006

El Tungurahua despertó y gran cantidad de ceniza cubrió Chimborazo por dos ocasiones


La primera en Julio

La noche era fría, una espesa nube de ceniza anunciaba serias explosiones en el volcán Mama Tungurahua. Desde Riobamba, aproximadamente a las 17:50, se divisó que un gran hongo de gas y ceniza se formó inesperadamente. Una fuerte explosión que alcanzó unos 20 km o más.
El cuerpo de Bomberos de la ciudad alistó a todo su equipo humano y técnico para acudir al lugar más próximo de la erupción, el cantón Penipe.
A lo lejos se avistaba columnas de rocas incandescentes y cientos de curiosos, en las calles, vía a Baños, en el sector de la vasija, la gente apreciaba con admiración y al mismo tiempo sentía temor por la magnitud de la actividad volcánica.

Gran cantidad de vehículos, entre familiares y curiosos, pugnaban por ingresar a Penipe; mientras las autoridades policiales cerraban las vías de acceso, con la intención de preservar la integridad de las personas.
Una vez en Penipe, el alcalde Juan Salazar, se comunicaba con personas de esta administración, ubicadas estratégicamente en las parroquias cercanas al cráter del Tungurahua, para conocer la situación y de esa forma poder tomar las acciones más adecuadas.

La orden fue inmediata, la evacuación era inminente, el turno fue para el Cuerpo de Bomberos, quienes recibieron la orden de ir a verificar si en verdad se estaba cumpliendo con la disposición, por lo que el recorrido tenía un largo trayecto.

Mientras más nos acercábamos a Palitahua, la lluvia de ceniza era insoportable, tal fue su magnitud que era imposible mantener abiertos los ojos. No caía ceniza del cielo, sino una especie de cascajo. Ya en Palitahua, la mayoría de familias había autoevaluado, esto porque aproximadamente a las 22:00, el Alcalde de Penipe y otros miembros del COE provincial determinaron decretar la Alerta Roja. Así lo anunciaban los parlantes de los radios a pilas que cargaban en sus bolsillos los habitantes de estas parroquias.

Una flota de buses de la cooperativa Bayushig cumplía con los recorridos de los evacuados; personas y familias de Puela, Bilbao, Manzano, Choglontus, Chazo, El Altar, entre otros. Sin embargo, algunas familias se negaban a salir de sus casas argumentando que “ya estamos acostumbrados a vivir con el volcán y seguramente es similar a las explosiones anteriores”, señaló un morador.
Según el Alcalde de Penipe, “sólo con una llamada se logró evacuar a los habitantes de Bilbao y están en Chacauco, la gente de Puela fue ubicada en el mismo sector, que tiene una protección natural (un cerro), en Penipe están pocos evacuados, de los cuales 10 son personas mayores y 11 son niños”. La ayuda era inmediata, colchones, cobijas y frazadas fueron trasladados. Los alimentos estarán a cargo de la Subdirección del Ministerio de Bienestar Social y el agua será distribuida por el Consejo Provincial de Chimborazo, el Municipio de Riobamba y la Brigada Blindada Galápagos.

En Chonglontus, a pocos kilómetros del volcán, los bramidos eran aparatosos, esperábamos observar las rocas incandescentes que emanaban del Tungurahua y jamás ocurrió, puesto que debido a los gases la cumbre estaba tapada por completo. En plena oscuridad, lo único que se podía escuchar era los fuertes y continuos tremores, uno cada veinte o treinta segundos.De regreso y mientras se evacuaba a las últimas familias, a lo lejos se escuchaba los bramidos del Mama Tungurahua y sólo quedaba como recuerdo la cantidad de ceniza que cubría las espaldas, los vehículos, los sembríos, los animales y las casas.


En agosto la situación fue similar...


De la misma forma que lo ocurrido en julio y cuando se iba a cumplir un mes de la primera erupción, el Tungurahua despertó de nuevo, sólo que esta vez no solo cubrió de ceniza a Penipe y a los sectores más cercanos, Riobamba amaneció cubierta totalemente del material volcánico.

Parecia las 05:00, pero las agujas del reloj indicaban lo contrario. Eran casi las 07:00 del 18 de agosto y las labores diarias tenían que empezar; sin embargo, las autoridades locales decidieron la suspensión de actividades porque la ceniza se asemejaba a una capa inmensa de nieve.

No podía ser para más, ya que la madrugada del 17 (11:45), los bramidos del Tungurahua eran tan fuertes que sacudían los vidrios de las casas en Riobamba, y a lo lejos, desde los sitios más altos, se podía apreciar una mancha roja en medio de la oscuridad, acompañada de tremores (uno por minuto), lo que acrecentaba los rumores de que un desastre de grandes magnitudes iba a darse tras la erupción.

Gran cantidad de material piroclástico descendió por los flancos del volcán y cubrieron por completo algunos sectores como Bilbao y Palictagua en Chimborazo; mientras que en Tungurahua, el sector de los pájarosa quedó destroozado por la furia del coloso.

Durante el día, la gente se atrevía a salir de sus hogares con el único propósito de limpiar los techos y el frente de sus casas, con el fin de recoger el material volcánico y depositarlo en lugares seguros donde no afecte la salud de las personas.

La limpieza duró más de una semana y las autoridades locales no colaboraron para que este cometido sea una raalidad...solo quedaba esperar que la mano de Dios apacigue la intranquilidad que había en el Tungurahua.

01 julio 2006

LA VIDA

La vida va corriendo por nuestras venas
Cada célula muerta abona para los suspiros y las ilusiones.
Mi suspiro y el tuyo fenecen al dormir;
Pero al amanecer germinan caricias equivocadas,
Miradas imposibles,
Besos indiscretos,
Palabras escondidas
En algún poemario de Neruda;
En canciones que repites tras un eco de soledad.

La vida se viene y se va...
vida que nunca morirá,
enraizada en pensamientos,
condenada al presente.
Frutos del ayer que volveremos a comer,
bajo un nuevo amanecer.
Tú...
Yo...

Será que hemos vivido,
¿o esperamos el amanecer?




EDÚ.
2003