MEDIDA. Antes de ayer, en horas de la noche, la medida de hecho que mantenían los pobladores y transportistas del sector de Mocha terminó; esta acción trajo muchos problemas, no solo a Tungurahua, sino también a Chimborazo.
Según Pablo Morillo, gobernador de Chimborazo, la medida de hecho tomada por los habitantes de Mocha, cantón de Tungurahua, no solo afectaba a esa provincia, sino que básicamente afectaba más a Chimborazo, debido a que muchos de los productos que se trasladan a otras ciudades estaban paralizados en ese sector.
Morillo aseguró que ha estado atento del problema y que el sábado en la noche, de la semana anterior, mantuvo una conversación con el Subsecretario de Gobierno para tratar de evitar la medida de hecho; “mantuvimos una reunión el domingo y se nos manifestó que, esto más allá de convertirse en un problema del Gobierno, es un problema local, nació de una ordenanza del Municipio de Ambato, de impedir el ingreso de los buses intercantonales a la ciudad”.
Está claro que es una política interna la que se aplicó en este caso; sin embargo, los más afectados resultaron los chimboracenses por las relaciones de comercio que se desarrollan y nada tiene que ver con las políticas nacionales.
“El cierre no solo impedía el tráfico con Tungurahua, lo hizo con Cotopaxi, Pichincha y a otros sectores… por eso era necesaria una acción urgente para que las actividades económicas de la provincia no se vean afectadas, ese fue el compromiso y hemos estado en diálogos permanentes para llegar a una solución”, puntualizó Morillo.
Según Pablo Morillo, gobernador de Chimborazo, la medida de hecho tomada por los habitantes de Mocha, cantón de Tungurahua, no solo afectaba a esa provincia, sino que básicamente afectaba más a Chimborazo, debido a que muchos de los productos que se trasladan a otras ciudades estaban paralizados en ese sector.
Morillo aseguró que ha estado atento del problema y que el sábado en la noche, de la semana anterior, mantuvo una conversación con el Subsecretario de Gobierno para tratar de evitar la medida de hecho; “mantuvimos una reunión el domingo y se nos manifestó que, esto más allá de convertirse en un problema del Gobierno, es un problema local, nació de una ordenanza del Municipio de Ambato, de impedir el ingreso de los buses intercantonales a la ciudad”.
Está claro que es una política interna la que se aplicó en este caso; sin embargo, los más afectados resultaron los chimboracenses por las relaciones de comercio que se desarrollan y nada tiene que ver con las políticas nacionales.
“El cierre no solo impedía el tráfico con Tungurahua, lo hizo con Cotopaxi, Pichincha y a otros sectores… por eso era necesaria una acción urgente para que las actividades económicas de la provincia no se vean afectadas, ese fue el compromiso y hemos estado en diálogos permanentes para llegar a una solución”, puntualizó Morillo.
Antes de ayer, a las 19:00, se inició el desalojo completo de la vía y se llegó a un entendimiento previo con el sector del transporte, además se iniciará un proceso de diálogo que le corresponden a las autoridades de Tungurahua, “ahí no intervenimos nosotros”, dijo Morillo; lo positivo es que depusieron la medida de hecho y la vía a quedado libre para la circulación.
